Naciones Unidas, 10 sep (Prensa Latina) La representante especial del secretario general de la ONU para los niños y conflictos armados, Virginia Gamba, advirtió hoy que los ataques contra las escuelas emergen como una táctica de guerra, particularmente en el Sahel.
Al informar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre esta situación, la alta representante instó a todas las partes en conflicto a respetar el carácter civil de las escuelas.
Gamba también acogió con satisfacción los avances en la última década para mejorar la protección de los centros de enseñanza, pero observó que queda mucho por hacer.
Por su parte, la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Henrietta Fore, recordó a los miembros del Consejo que la Covid-19 interrumpe el aprendizaje de más de mil millones de niños en todo el mundo, incluidos muchos de los 75 millones de menores en países en conflicto.
De acuerdo con recientes datos de Naciones Unidas, los ataques contra la educación debido a los conflictos y la inseguridad van en aumento: de 2015 a 2019 se registraron unos 11 mil.
La violencia priva a millones de alumnos vulnerables del acceso a la educación, aumenta las tasas de abandono escolar, interrumpe de forma prolongada la enseñanza y propicia el reclutamiento de niños en los grupos armados, el embarazo precoz y las agresiones sexuales.
Así alertó, la víspera, el secretario general de la ONU, António Guterres, en un evento virtual de alto nivel sobre el Día Internacional para Proteger la Educación de Ataques.
El máximo representante de Naciones Unidas llamó a los Estados Miembros a que cumplan los compromisos contraídos en virtud de los acuerdos internacionales vigentes, que prohíben los atentados contra el derecho a la educación.
Con demasiada frecuencia, el derecho a la educación es objeto de ataques, especialmente en zonas afectadas por conflictos, donde se puede negar el aprendizaje a poblaciones enteras, recalcó el diplomático portugués.
Esas agresiones contra la educación pueden adoptar diversas formas, dirigiéndose a establecimientos educativos, estudiantes, docentes y el personal de la enseñanza, detalló.
Guterres enfatizó en la importancia de conocer más sobre los ataques a la educación con el fin de mejorar la vigilancia, la información y la investigación de esas agresiones, de modo que los autores de los mismos puedan ser obligados a rendir cuentas.